martes, 22 de enero de 2013

PELOTAS LOCAS

     Esta reflexión se la debo a una amiga, una loca cuerda. Esta reflexión refleja justo lo que me gustaría cambiar a través de este libro, para hacer pensar a las personas sobre qué es lo que buscan en la vida.

    ¿Cómo funcionan las pelotas locas?, ¿Por qué votan sin ninguna dirección? Muy simple, la mayor parte de su masa no corresponde al centro de gravedad.
     ¿Efecto?Por todos conocido: un divertido ir y venir, chocar y saltar, sin control ni predicción.
     ¿Divertido?Sí. Hasta que compruebas las analogías y descubres que las pelotas locas son de carne y hueso y viven en tu vida.
     Botan al azar, ese azar que no es si no ese determinismo incontrolable fruto del momento y las condiciones de su salto.

     Se estrellan contra el suelo. ¿Dónde van?¿Acaso lo eligen ellas?¿Acaso lo saben ellas?Lo dudo: se creen libres, impredecibles. Sin embargo, simplemente son arrastradas por las circunstancias: su salto, su bote, su vida es siempre un camino hacia lo cómodo, hacia no pensar, hacia lo apetecible. Sin dirección ni meta. Se excusan poniendo al placer como referencia, la felicidad de una satisfacción, el éxito o una mediocre existencia sin complicaciones.
     Ni siquiera se han atrevido a buscar metas altas. Son meras marionetas del entorno. Marionetas sin hilos, y por eso se creen independientes. Pero los hilos, que son cadenas, son gruesos y no se ven. Hay quien cree que nació pelota. Que su vida es un continuo chocar por el suelo, y acabar arrastrándose, siempre sin dirección, sin sentido y sin esperanza. Por eso, cuanto más loca, mejor ¿no? Menos control si nadie me dice lo que tengo que hacer, soy libre ¿o no?Pero...¿qué libertad hay puede haber cuando no estás en "el centro"?

     Cuando no pones el peso de tu existencia en el centro te conviertes en una pelota loca: sin Camino, sin Verdad, sin Vida.
     Y la "libertad" de las pelotas locas no es tal, sino un producto azaroso de circunstancias, en el que te vuelves tristemente predecible, pues tu vida se guía por la comodidad y la satisfacción a corto plazo.
     No creo que nadie diga que las pelotas -locas o no- sean libres, o felices, o capaces de volar. Pero tú no eres una pelota. Al menos no literalmente.

     Muchas gracias a Ma. por su reflexión, sacada del blog semehaolvidadoelparaguas.blogspot.com.es

     PD: esta reflexión que acabáis de leer retrata muy bien lo que es una sociedad hedonista, algo que le hace difícil ver el sentido del dolor y el sufrimiento. Después de haber leído este post puede ser interesante ir a la entrada EL DOLOR

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